lunes, 21 de septiembre de 2009

LAS AZAROSAS VIDAS DE ADÁN Y EVA


Hubo un tiempo en que existía el paraíso terrenal
Lo habitaban dos personas y algún que otro animal
Una se llamaba Eva, el otro se llamaba Adán
El animal, la serpiente, que los indujo a pecar.
El lugar era sagrado, se imponía la autoridad
Y por mucho que rogaron, se les echó sin dudar

Fue un momento muy amargo, no sabían trabajar
Lo intentaron con ahínco, pero había que sudar
Que olor más desagradable le decía Eva a Adán
Volver no era posible, no les dejaban entrar
Trabajar era muy duro, difícil de soportar.

No tuvieron más opción que parar su actividad
Se sentaron en el tajo buscando una solución
Y poco a poco pensando, encontraron la mejor
Buscarían otros mundos, huirían de la soledad ...

Cruzaron largas montañas, se encontraron con el mar
Y a lo lejos las barquitas que venían de pescar
Y en las barquitas los hombres que no paraban de hablar
Les gritaban: buenos días sentaros a descansar
Nuestras redes están llenas de pescado para asar,
Podemos hacer un fuego, pararnos a conversar
Luego partimos de nuevo, y les podemos llevar
Esta tierra está desierta aquí no pueden estar.

Así fue como llegaron a entrar en la sociedad.
Allí no había paraíso, todo a base de luchar
Ocupaban todo el tiempo en dormir y trabajar
Pensaron este castigo habrá sido por pecar
Aquí se aplican las leyes con mucha severidad.

Pasado algún tiempo vieron que todos no eran igual
Unos mandaban a otros, no podían rechistar
Si reclamaban más sueldo, no les querían contratar
Y el que mandaba gruñía con total autoridad
Les decía que eran vagos, había que producir más
Hombres mujeres y niños trabajaban sin parar.

La producción se embarcaba a países muy lejanos
El comprador les pagaba con billetes al contado
Que llegaban a las manos de unos hombres trajeados,
Discretamente indagando descubrieron la verdad
Si no querían ser esclavos y vivir con precariedad
Debían estar al mando y aprender a gruñir más
Dejar sus viejos vestidos para entrar en la alta esfera
Conocerla desde dentro, no mirarla desde fuera.

Sentían curiosidad por saber que provocaba
Que unos tuviesen palacios y otros una vieja cama
Que unos trabajasen tanto, para nunca tener nada
Y los que no trabajaban nadaran en la abundancia.

Alguna vez encontraron grupos en revolución
Clamando por sus derechos con auténtica pasión
Eran jóvenes valientes, luchando por un ideal
Con la razón, la palabra y sin apoyo social…..

Unos reclaman derechos, los otros más capital
Que trasladan a sus cuentas del paraíso fiscal
Impenetrables, seguras, sin impuestos que pagar
Le llaman dinero negro y nadie lo ve pasar
Cruza astuto las fronteras con total impunidad
Y amenaza al que levanta la vista para mirar.

Ellos lo tenían muy claro, no querían trabajar
Explotados todo el día y sin ningún bienestar
Con el bagaje adquirido de cultura y sociedad
Arrojaron las cadenas de la solidaridad.

Adán y Eva integrados en la mafia financiera
Comentan alegremente en su círculo social
Ya no volveremos nunca al paraíso terrenal
Tenemos cuentas repletas en bancos y sociedades
Y ahora vivimos del cuento en paraísos fiscales.

Por Dagdasulis

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