Las ramas de
los árboles se han quedado sin hojas
No brotan
nuevas flores que maduren en frutos
Ha
desaparecido el ritmo exacto de
las cosas
Puedes vivir
en una mueca permanente de asombro
Llorar
desconsolada por las cosas perdidas
Pero falta
ese grito de la lucha que anima
Romper con maleficios
que te arrastran al lodo
No es
cuestión de bravura, quizá de inteligencia
Pero existe
una cara vieja y desconocida
Que se
adhiere a los cambios mientras
grita y se asombra.
Dagdasulis
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